El artículo analiza las iniciativas del gobierno mexicano para mejorar la salud materna e infantil, evaluando su impacto en la mortalidad y morbilidad. A pesar de avances en programas de salud reproductiva, atención prenatal y vacunación infantil, persisten desafíos críticos como la desigualdad social y la falta de infraestructura adecuada.

La atención primaria en salud en México es crucial para garantizar acceso universal y equitativo a servicios médicos. Su enfoque en la prevención, educación y cuidado integral mejora la salud comunitaria, aunque persisten desafíos como la falta de personal y recursos. La evaluación de políticas públicas es esencial para optimizar su impacto.